ESTATUTOS Y FINES FE CRISTIANA

Según recoge el Título I, Capítulo 2º en el artículo 4 de nuestros actuales Estatutos, La Hermandad, como asociación pública de la Iglesia, quiere ser un cauce de vida espiritual y apostólica para aquellos cristianos que por su devoción y veneración a Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza, quieren vivir con más plenitud su compromiso de fe cristiana.

Para conseguir esto, la Hermandad, se propone como objetivos o fines de la misma, los siguientes:

  • Rendir culto a las venerables imágenes de Nuestro Padre Jesús Nazareno del Amor y Nuestra Señora de la Esperanza, para que la contemplación de estos misterios de la vida de Jesús y de María nos recuerden los misterios de nuestra salvación y nos estimulen a seguir el camino evangélico.
  • La Hermandad se propone fomentar entre sus hermanos la más frecuente participación y cooperación en la vida litúrgica de la Iglesia, conscientes de que Cristo está presente en la Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica, en el sacrificio de la Misa, en los Sacramentos, en la Palabra cuando leemos en la Iglesia la Sagrada Escritura y en la oración cuando suplicamos y cantamos salmos (S.C. nº 7), y que la liturgia “es la cumbre a la cual tiende toda la actividad de la Iglesia y, al mismo tiempo, la fuente de donde mana toda su fuerza” (S.C. nº 10).
    Esta participación litúrgica se vivirá de forma especial en los tiempos de Adviento, Cuaresma y sobre todo en el Triduo Pascual (oficios de jueves y viernes santos y en la solemne Vigilia Pascual), como momentos culminantes y centrales de la vida del creyente.
  • Al estar nuestro titular bajo la advocación de Jesús Nazareno del Amor, nuestra Hermandad quiere vivir algo tan central en la vida y mensaje de Jesús como es el amor fraterno y la solidaridad con los que sufren, ejercitando de una forma especial la práctica de la caridad. Nos mueve el saber que lo hacemos al mismo Jesús, tratar de mejorar las necesidades personales e intentar solucionar los problemas sociales: “Lo que hicisteis con uno de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis” (Mt. 21,40).
  • Nuestra fe en Jesús es una fe misionera. “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc. 16,15). Esta obligatoria participación en la Misión de la Iglesia es doble para todo cristiano: evangelizar y ser evangelizado. La Hermandad, asume como objetivo de la misma la tarea de formación y renovación cristiana (ser evangelizados) de todos los hermanos, para que todos puedan dar testimonio de su condición de católicos en la familia, en el trabajo y en los compromisos sociales.

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